Se describieron en detalle 318 naves de cebo (sistema de producción, ventilación, calefacción, purines, limpieza y desinfección, espacio por cerdo...). Esta información se combinó con la prevalencia de MC en esas explotaciones (2,7% de promedio).
La menor prevalencia en las granjas de ciclo cerrado indica que el transporte y/o los cambios de manejo y alimentación pueden aumentar las MC. Las explotaciones que mejor ajustaban los suplementos proteicos y las condiciones ambientales tenían menos MC. También eran menores en corrales con paredes sólidas. Aparte del microclima que éstas puedan crear, se elimina la "propagación" por imitación visual. En los grupos mayores se incrementaba las MC, probablemente porque los animales mordedores tenían más colas a su alcance. Tener menos de 30cm de comedero por lechón aumentó las MC, mientras que no se registró disminución a partir de 34cm.
Entre los alimentos que disminuían las MC se encontró el suero, muy palatable y que aumenta la ingesta. Contrariamente, el uso de subproductos de destilerías aumentaban las MC. El triticale aumentó las MC. Se sabe que es poco palatable para los cerdos por lo que reduciría la ingesta. Concentraciones en la mezcla de grano superiores a 50% de cebada también aumentaban, inexplicablemente, las MC.
N. Holmgren y N. Lundeheim. Risk factors for tail biting. Proceedings of the 18th IPVS Congress. 2004 (2):786